domingo, 1 de marzo de 2015

Perversiones ocultas

La puerta se abre de forma tan violenta que Roberto sólo alcanza a gritar con el rostro mucho más pálido de lo habitual. Junto al pestillo que cuelga inútil aparece un rostro colorado por la ira.
El padre de Roberto tartamudea furioso:
-¡Lo sabía, pervertido! ¡Esas demoras en el baño!
-¡No es lo que crees papá!
-¿No es lo que creo? ¿Te atreves a decirme que no es lo que creo?
El padre de Roberto lanza una zarpa a velocidades impropias para alguien de su edad y gordura, arrebata la revista Penthouse a su hijo y lo golpea en el rostro con ella, todo en un solo movimiento que el ojo humano no es capaz de captar. Al menos no el ojo del pobre Roberto.
Roberto observa nervioso como su padre abre la revista por las páginas centrales y saca con gesto triunfal un librito. 
-¡Degenerado, maricón asqueroso!
Una nueva tanda de golpes cae sobre el chico que llora explicaciones, mientras intenta recuperar los veinte poemas de amor de Neruda.

4 comentarios:

  1. Me has arrancado un ohhhh. Que pena, que algunos padres no sepan apreciar la diversidad en sus hijos, y no sepan ver más alla de su propia ignorancia. Me ha gustado mucho. Un abrazo.

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  2. Gracias María. Una vez me preguntaron si era gay porque estaba leyendo a Neruda, tenía ganas de hacer algo con esa idea hace rato.

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  3. "Me gusta cuando callas porque estás ¿de rodillas?" jajajajaja, muy bueno Jhon. Me gusta porque asocian eso a gente débil cuando realmente es fortaleza de espíritu. Prejuicios y cosas extrañas de este insólito planeta

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