miércoles, 11 de mayo de 2016

Confesiones

Querida princesa de la torre de hielo (¡Empezamos mal, cierto?):

Una relación es la suma de las manías, defectos, fobias y paranoias varias de dos personas.
Visto así no parece haber motivo para formar pareja como no sea  perpetuar la especie humana. Pero lo cierto es que estoy ansioso por fusionar mi locura con la tuya.
Tal vez debería empezar por enumerar los motivos por los que considero que soy la persona ideal para ti, pero debo confesar que más allá de este amor desmesurado y kamikaze no se me ocurre otra cosa. Posiblemente te estás preguntando qué motivo podrías tener entonces para aceptar una transacción en la que te encuentras en clara desventaja.
Se me ocurren algunas respuestas, cada una más estrambótica que la otra, pero como soy un pésimo abogado defensor de mis propias causas paso a detallarte una serie de defectos y problemas con los que tendrás que convivir algún día... espero.

Antes de comenzar a enumerar todas esas cosas, quiero aclarar que el trato afectivo de princesa que me ha salido no sé cómo ni por qué, hace referencia a ese tipo de princesas que se desenvuelven con la espada y saben patear traseros. No me gustan las princesas desvalidas y preferiría que si me veo en un apuro puedas ayudarme a escapar de los dragones. Aunque quede muy friki, te relaciono más con la princesa Xena que con una princesa Disney. Sólo quería que constase en actas.

Te decía pues princesa guerrera de la torre de hielo, que hay algunas circunstancias que debes conocer:

* No me gusta afeitarme. Sólo lo hago porque la empresa me obliga y cada vez que tenga unos días de descanso tendrás que soportar el cosquilleo de mi barba.
* No me gustan las discotecas, los conciertos, y en general cualquier actividad que implique un número elevado de personas. 
* Te despertaré en mitad de la noche con urgentes erecciones que reclaman atención. Esto puede parecer bueno pero hará que me odies cuando debas madrugar a trabajar, estudiar, combatir el crimen o lo que sea que te guste hacer por las mañanas.
* Olvidaré cualquier fecha que no me sea recordada por Facebook y el Google Calendar. 
* Soy desordenado a un nivel tal que es probable que algún día no logre hallar la puerta de mi habitación.
* Sólo me pongo ropa interior en contra de mi voluntad.
* Mi concepto de la elegancia en el vestir se reduce a unas converse viejas y una camiseta de los Maiden. Cualquier otra cosa que quieras que use será protestada con fuertes pataletas.
* Me convertiré en un monstruo marino de innumerables tentáculos cada vez que estemos solos. No desperdiciaré oportunidad de sumergirme en ti.
* Soy apasionado (maníaco obsesivo) con lo que me gusta. Y como nada me gusta más que tú, me entregaré en cuerpo y esa alma que no poseo, a hacerte feliz. ¡Anda, encontré uno bueno!!!

Seguiré con la lista en otro pergamino, algún otro día. Ahora debo hacer el informe que tenía que entregar el viernes pasado. Espero que tu mente se vea afectada por los poderosos mensajes subliminales ocultos en esta carta (¡Bebe coca-cola! ¡¡Ámame siempre!!).
Te recuerdo que tu signo zodiacal es altamente compatible con el mío. Yo no creo en esas mierdas pero me estaba quedando sin ideas para convencerte.

Besos desde lo más profundo de mi desquiciado corazón.
Tuyo de mil maneras aún no descubiertas por la ciencia.

Jhon.


6 comentarios:

  1. Te ha quedado lindo, si se te resiste es que no es princesa guerrera de la torre de hielo, si no de hielo sin más.

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  2. ¡Madre del amor hemoso, Jhon! ¡Qué carta! Supongo que la tendrás ahora en el otro lado de la cama como poco. Muy sincero aunque te recomiendo que "ORDENES TU CUARTO, HOLGAZÁN". Fórmula de calidad de vida= Limpieza por principio, orden por medio y amor por fin. Hacía tiempo que no te leía y ha sido impresionante. Me ha encantado. Un abrazo, señorito!

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    1. En realidad no es desorden. Es... un orden alternativo.

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    1. Gracias. Espero volver a tener tiempo para escribir en breve.

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