sábado, 13 de junio de 2015

La última vez

-Esta vez sí será la última- Roberto lo dijo con la misma convicción y voluntad con que lo había dicho las veces anteriores, y aunque algo en su interior le intentaba explicar que no se dejaba la droga pegándose un último viaje, salió a buscar la que sería su ruina; no una ruina metafórica de un ser que se consumía en la degeneración... bueno sí, esa también, pero la ruina que le preocupaba en ese momento era la  económica.
No le adelantarían más dinero del salario (era probable que más bien lo echaran) y ya no le quedaba nada que pudiera empeñar. Sabía muy bien que los pocos billetes arrugados que poseía los necesitaría para comer pero en ese momento debía calmar un hambre mucho más apremiante.
Tenía justo lo necesario para una visita al único lugar donde encontraría lo que buscaba, así que se fue corriendo a los brazos de su dulce veneno.
Sudoroso y agitado llegó a una puerta destartalada que se abrió antes de tocar.
- ¡My friend!- gritó un negro musculoso con acento inglés poco creíble.
-Hola Freddy. Quisiera...
-Sé qué es lo que quieres. Anda, siéntate.
A un negro de ese tamaño es imposible hacerle una descortesía así que se sentó.
El tal Freddy sacó un porro, lo encendió, le dio un par de caladas expertas y se lo tendió a Roberto quien decidió que después de todo la cortesía tenía un límite.
-Gracias pero quisiera cuanto antes...
-Mira Roberto... Jajaja, no hagas esa cara, sé tu nombre hace mucho... Mira, sé bien qué quieres. Siempre vienes a lo mismo.
Tienes gustos caros, amigo. Más de lo que puedes permitirte a juzgar por tu aspecto. No te ofendas, pero es así. También sé que has estado empeñando de todo para seguir viniendo y eso me preocupa.
-Disculpe pero...
-Sí, piensas que no es mi asunto; pero no eres el primero al que le ocurre y siempre acaban haciendo alguna estupidez. Así que es mi asunto porque la gente que hace estupideces acaba llamando la atención de gente que prefiero mantener con los ojos lejos de mi casa.
Pero me caes bien. Me han dicho que eres un buen tipo. Todo un caballero...
Mira, es mejor que te vayas y olvides que este sitio existe.
-Puedo pagar, no se preocupe.
-Tú dinero ya no sirve aquí. Nunca creí decir esto pero debes irte a otro lugar y buscar opciones más económicas.
-No lo entiende... no puedo ir a otro lado.
-Puedes, pero no quieres. Mira, voy a cerrar este tema de una forma muy generosa: Te regalo una última visita al paraíso. Esta será tu despedida y lo que hagas después no es mi problema, pero lo harás lejos de esta casa.
-¡No puede hacerme esto!
-Claro que puedo my friend. Aprovecha mi arrebato de generosidad y despídete porque mañana la enviaré a otro prostíbulo lejos de aquí.


7 comentarios:

  1. Me ha sorprendido mucho ese final. No lo esperaba para nada. ¿Amor? ¿Necesidad? Me ha gustado. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Andaaaaa, cómo me has engañado… ;-) Y eso es de admirar y de agradecer por parte del lector. Me ha gustado mucho, Jhon.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desgraciadamente te devuelvo ese abrazo con cinco días de atraso.
      ¡Cuántas cosas y tan poco tiempo!!

      Eliminar
  3. Jajaja, ostras qué final, mi queridísimo amigo. Me has dejado helada, jaja. Muy bueno Lord, un abrazo enorme

    ResponderEliminar
  4. Jajaja, ostras qué final, mi queridísimo amigo. Me has dejado helada, jaja. Muy bueno Lord, un abrazo enorme

    ResponderEliminar
  5. Me estoy flagelando ahora mismo por no haber visto tu mensaje hasta ahora querida.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar